Los mitos del suicidio. La importancia de conocerlos.
El suicidio es un grave problema de salud pública importante, y se calcula que cada año se suicidan más de 700.000 personas en el mundo, según los datos de la OMS.
A pesar de su gravedad y de que es prevenible, la Organización Panamericana de la Salud advierte de que este problema es a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes.
A continuación se muestran numerosos mitos desmentidos por la evidencia científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
♦ Mito: El suicidio no se puede prevenir.
Hecho: Cada suicidio es individualizado. Sin embargo, la identificación de signos y síntomas característicos de la conducta suicida, indicativos de malestar vital, resultan determinantes en su prevención. El conocimiento de factores de riesgo, predictivos y protectores asociados, pueden facilitar su disminución.
♦ Mito: Hablar del suicido es una mala idea. Puede llevar a una persona a que lo realice.
Hecho: La validación del estado emocional y la normalización de la situación, estimulada por la «tensión» de la persona que contempla el suicidio, son componentes necesarios para reducir la idea suicida.
♦ Mito: La persona suicida está decidida a morir.
Hecho: La persona suicida quiere dejar de sufrir, pero no para ello desea morir, sino vivir sin los problemas que le rodean en su día a día, lo cual suele llevar consigo una elevada carga de sufrimiento, contemplando la muerte como único camino… suele ser ambivalente ante la vida. Apoyo emocional en el momento propicio puede prevenir el suicidio.
♦ Mito: Únicamente se suicidan las personas con trastornos mentales.
Hecho: El comportamiento suicida indica una felicidad profunda pero no necesariamente un trastorno mental. Muchas personas que viven con trastornos mentales no son afectadas por el comportamiento suicida y no todas las personas que se quitan la vida sufren un trastorno mental.
♦ Mito: El suicidio es impulsivo y ocurre sin advertencia.
Hecho: La mayoría de los suicidios han ido precedidos de signos de advertencia verbal o conductual. Desde luego algunos suicidios se cometen sin advertencia previa pero es importante conocer los signos de advertencia y tenerlos presentes.
♦ Mito: Quien haya pensado en suicidio alguna vez nunca dejará de hacerlo.
Hecho: El mayor riesgo de suicidio suele ser de corto plazo y específico según la situación. Aunque los pensamientos suicidas pueden regresar, no son permanentes y quien haya tenido pensamientos e intentos suicidas puede llevar después una larga vida.
♦ Mito: Quienes hablan de suicidio no tienen intención de cometerlo.
Hecho: Quienes hablan de suicidio pueden estar pidiendo ayuda o apoyo. Un número significativo de personas que contemplan el suicido presentan depresión, ansiedad y pueden pensar que carecen de otra opción.
Dado que TODOS nosotros somos AGENTES DE CAMBIO, con el fin de aportar un grano de arena en la Psicoeducación acerca del SUICIDO, un tema tabú que representa uno de los problemas más graves de salud pública actual.
Resulta importante conocer estos juicios de valor erróneos acerca del SUICIDIO para poder no sólo corregirlos sino para concienciar un poco más a la población de que EL SUICIDO ES PREVENIBLE.
Carmen Sánchez.